Abstract
1994 se convirtió en un año de promesas blancas para el continente negro. Con 75 años de edad y 27 como preso político, el lider del CNA, Nelson Mandela, se convirtió en el primer presidente negro de Sudáfrica elegido por votación popular durante el mandato de Frederic De Klerk. Así Sudáfrica se abría paso a un proceso de democratización a través de las urnas y papeletas, combatiendo la imagen de una nación apestada por el gobierno de un sistema de segregación racial. El objetivo de esta "revolución" de Mandela era la reconciliación nacional junto con la reconstrucción del “ “No habrá vencedores ni vencidos” (Mandela, 1994) vaticinaba el lider xosha en el día de su elección, dando muestras de tolerancia. Una de ellas la más significativa, tal vez fue la entrega de dos carteras claves las de Energía y Economía, al partido de De Klerk en el momento en que la inversión extranjera debía transformarse en el principal apoyo de la comunidad internacional al continente negro. Sin embargo, a pesar estas muestras de voluntad, humanismo e inteligencia del nuevo presidente, la situación al interior de la nación continúa siendo frágil. Los márgenes de tolerancia han sido rotos por el rebrote de violencia racial, ya no blanca contra negra sino que al interior de las propias etnias (negros contra negros ). Ruanda, Nigeria, Argelia y la República Democrática del Congo constituyen un buen ejemplo. Por otro lado, la idea de una economía libre sostenida -al menos inicialmente- con el apoyo internacional (motor de esta “revolución” negra) se vio opacada por el gran miedo de muchos países de invertir en un continente en el cual, el costo de 46 años de apanheid ascendía a 30 millones de dólares, según cálculos del Fondo Monetario Internacional. Esto, sumado a las altas tasas de inflación no hacían más que aumentar el desencanto de los inversionistas. ¿Que fue entonces de las promesas blancas para este continente negro? ¿Podemos hablar del éxito del proceso de democratización? ¿Ha sido el presidente Nelson Mandela una figura clave en la credibilidad y el respeto de la comunidad internacional sobre Sudáfrica? Estas son algunas de las interrogantes que este estudio se propone analizar