Abstract
La política chilena desde 1989, ha sufrido un proceso de desmoralización. La cuidadanía, la opinión publica, ha dejado atrás la polaridad política de “Derecha e izquierda". El marxismo ha dejado de ser la sombra que atemoriza a los que privilegian la libertad y los viejos estandartes que aún enarbolan la bandera roja son percibidos por la opinión pública, como una caricatura anecdótica de la antigua política chilena. Por otra parte, la gama de necesidades se ha ido diversificando y sofisticando con el crecimiento económico, técnico y tecnológico; Chile durante los últimos 12 años ha mantenido un crecimiento cercano al siete por ciento, lo cual ha cambiado las prioridades ciudadanas haciendo valorar de forma distinta el significado del concepto “calidad de vida”. Además, la participación en tratados de comercio internacionales, abre las puertas a problemas no tradicionales, como el dumping o la explotación excesiva de los productos naturales de nuestro país. Esta situación ha generado la agrupación de personas naturales y jurídicas quienes motivados por estas nuevas tendencias comienzan a abogar por sus necesidades hasta el punto de transformarse en grupos de presión que obligan al Ejecutivo y Legislativo a defender sus intereses. Pero, frente a esta situación, surge una interrogante fundamental. ¿Es capaz nuestro sistema de representación en democracia de absorber y canalizar las inquietudes de estos nuevos grupos de interés? Ante esta pregunta, nuestro método será evaluar las diferentes visiones que se presentan en relación a la eficacia de la representación parlamentaria. Para esto tomaremos como grupo de análisis al sector ecologista. Esta elección responde a que este grupo se ha constituido organicamente siendo su tema reconocido como uno de los más candentes de la última década. Existe un variado abanico de ejemplos de grupos de presión que han surgido sobre todo después de la caída del Muro de Berlin, hito representativo del ocaso de la diferenciación netamente ideológica. Es por esto que tomaremos a los principales grupos ambientalistas que están organizados en Chile y por medio de entrevistas, captaremos su sentimiento con respecto a si son o no representados