Author
Gómez Medel, Tamara
Rivera Herrera, Verónica
Martínez Zamorano, Freddy
Abstract
Durante el curso de la vida, el ser humano está constantemente recibiendo influencias del ambiente y la sociedad, pero son las experiencias tempranas, de los primeros años de vida las que juegan el rol más importante. Se ha comprobado que estas experiencias, además de influir en forma duradera en el desarrollo físico, social, cognitivo y emocional, tienen efecto en el rendimiento escolar. La familia está a cargo no sólo del cuidado físico, sino también del bienestar y desarrollo psicológico y social de los hijos. Los niños tienen en la familia sus primeras y más importantes relaciones interpersonales; en el núcleo familiar
radican los primeros sentimientos de felicidad o de tristeza personal. Allí aprenden un concepto de sí mismos, de los demás y del mundo, que pueden determinar muchas de sus conductas posteriores.
El apoyo de los padres hacia sus hijos aparece determinado por una valoración de los aprendizajes escolares, como un factor fundamental de desarrollo y por una valoración de la propia capacidad para apoyar este proceso, independientemente
del nivel socioeconómico y cultural al que pertenecen la institución escolar coloca una serie de demandas sobre los alumnos y, a través de ellos, sobre el núcleo familiar. Los padres se prueban a sí mismos por medio, de las notas obtenidas por sus hijos, lo que provoca problemas en la conducta infantil, que desembocan en una triangulación de los conflictos intrafamiliares y de los padres con la escuela.
Entre las dificultades catalogadas como graves por los profesores, para trabajar con alumnos de bajo rendimiento escolar, están; la falta de compromiso de los padres con la educación de sus hijos, el bajo nivel socioeconómico y educacional de la familia, la escasa interacción intrafamiliar en relación con estrategias de aprendizaje escolar que ayuden a los niños a lograr un buen rendimiento en la escuela.