Reflexiones sobre la democracia. Segunda Parte

Abstract

Es fundamental para la vida política la relación entre la amistad cívica y la justicia que ya Aristóteles establecía, la cual debe situarse más allá de los slogans ideológicos y revolucionarios; o de los desiderata políticos. En este punto, la proyección histórica de la doctrina tomista sobre la justicia se encuentra aún, o mejor dicho, no se encuentra casi sino, en una etapa de desafió primario. Este nos parece se resume hoy en la dificultad de asumir (intelectual y prácticamente) las exigencias universales y permanentes de lo que se sitúa más allá del "tiempo y el espacio", y, en particular, la de asumir la convergencia práctica entre justicia y libertad a partir de la "energía" de la amistad y de la norma de la verdad.