Author
Aravena Guajardo, Marcelo
Oteíza Araya, Eduardo
Oteíza Pérez, Eduardo
López González, Richard
Abstract
En Chile durante muchos años las casas para ancianos se identificaron con los asilos, cuyo objetivo principal era albergar a gente mayor en situación de pobreza o con discapacidades severas, alejadas de la sociedad, de la familia, en condiciones
restrictivas, que generalmente eran administradas por entidades de beneficencia, religiosas, sin fines de lucro y distantes de los objetivos privados y sus negocios.
Los ancianos pertenecían al grupo etario de menor cantidad, pero en la medida que la esperanza de vida fue aumentando y al mismo tiempo fue cayendo la tasa de fecundidad, este grupo creció mucho más que el resto de los grandes grupos de
edades de la población, llegando a los números actuales en que prácticamente la cantidad de adultos mayores es igual a los más jóvenes y en unos pocos años, en 2025, serán más.
En la década de los 70 existían muy pocas casas dedicadas a la tercera edad, cambiando sustancialmente hacia finales de la primera década del 2000, hasta la actualidad en donde la percepción de las necesidades ha cambiado, ya no son asilos, evolucionando incluso el concepto Casa de Reposo a Residencia de Adultos Mayores, transformándose el sector en un negocio con una demanda cautiva en aumento, que atrae inversionistas y que, en la medida que las Residencias han sido aceptadas socialmente, atrae también a cliente de grupos socioeconómicos de ingresos medios y altos que no solo presentan discapacidades severas, sino que son adultos sanos que piensan en prologan su vida activa, sin la reclusión familiar
e inactividad que en términos discriminatorios se ha asociado a la vejez.
Los Alerces con sus dos servicios en Ñuñoa pretende llegar a este mercadomarcando la diferencia, con calidad, cuatro socios profesionales motivados que aportarán el Capital necesario y administración desde el Directorio, apostando por los adultos autovalentes con deseos de integración, seguir perteneciendo y aportando a una sociedad que también está en vías de cambio, con un Estado cada vez más involucrado y participativo.
Una excelente oportunidad que requiere de inversiones mayores o menores dependiendo de la capacidad que se desee instalar, pero que fundamentalmente requiere de las ganas, el impulso y el espíritu emprendedor de los autores del proyecto.