Abstract
El Greco emigró de Creta a Venecia y después a España. En cada lugar su sensibilidad de artista fue asimilando elementos que después plasmará en su gran obra El Entierro del Conde Orgaz. El motivo del cuadro es ya medieval: un milagro sucedido en el Toledo de 1323. El estudio aquí presentado, además de documentar aquel milagro, destaca los elementos formales medievales, de carácter bizantino, de la pintura, así: la acentuada división entre lo visible y lo invisible (Símbolo Nicenoconstantinopolitano); la diexis u oración modelo, tantas veces expresada en la pintura bizantina en la figura de María y San Juan Bautista; la disposición del friso de cabezas, que recuerda San Vital de Rávena y, por sobre todo, la estructura mayor del cuadro que es el de la iglesia bizantina: cúpula celeste y espacio inferior de los fieles. Se analizan igualmente las vinculaciones doctrinales y formales entre los dos espacios. Por cierto, el Greco fue un pintor moderno: supo vincular lo medieval con los nuevos tiempos, y tiempos españoles de destacado misticismo, rasgos que en este ensayo también se estudia.
Greco emigrated from Crete to Venice and then to Spain. In each place his sensibility as an artist assimilated elements that he would later inform his great work The Burial of Count Orgaz. The motive of this painting is already medieval: a miracle that took place in Toledo in 1323. Besides considering the story of this miracle, this study
highlights the formal medieval elements of byzantine character present in this work of art, thus the stressed division between the visible and the invisible (the NiceanConstantinopolitan symbol); the diexis o model prayer, so many times expressed in byzantine paintings in the figures of Mary and John the Baptist; the disposition of the wainscot of heads that reminds of Saint Vital in Ravenna and, above all, the main structure of the painting which is from the byzantine church: celestial dome and the inferior space of the faithful. The doctrinal formal links between these spaces is also analyzed in this paper. No doubt Greco was a modern painter: he knew how to