El beato Juan Diego

Abstract

El objetivo de estas páginas no es aportar más elementos a la polémica: otras personas más calificadas por sus conocimientos históricos harán sin duda publicaciones que contribuirán a hacer luz y a esclarecer la verdad. Lo que me propongo es simple y nada polémico: dar a conocer en Chile la figura espiritual del Beato Juan Diego, ese hombre sencillo y humilde a quien se apareció la Santísima Virgen María en la colina de Tepeyac, no lejos de Ciudad de México. La aparición del Tepeyac calza exactamente con estos criterios de Dios: la Virgen habla en náhuatl, escoge a un hombre que pertenece a la raza que está recibiendo la fe, y se le manifiesta con los rasgos físicos de su pueblo. Pero nada hay en la aparición que pueda sugerir resentimiento o distancia hacia el español o hacia los misioneros; son iguales ante Dios, y recibirán a través de un indio, la noticia de la primera manifestación de María en América.